sábado, 5 de mayo de 2012

Madre...

En el mes de mayo hacemos un homenaje a las madres... pero ¿realmente tenemos consciencia de lo grande que es este ser en nuestras vidas? al igual que el padre, ambos son las primeras figuras con quien el bebé tiene el puente para conectarse con el mundo real, durante el desarrollo la criatura pasa de la omnipotencia en la cual se creía capaz de auto-abastecerse, a la simbiosis (diada entre madre-hijo) y poco a poco se va dando este desprendimiento para reconocerse paulatinamente como un ser individual.

Pero ahí no termina todo, su labor tiene un inicio, pero no un final, va más allá de su sola presencia, ya que todos la llevamos dentro, para "bien" o para "mal" queda grabada en nuestro interior, y cada uno de nosotros aporta sus recursos internos para consolidar la imagen de madre que influirá en nuestros procesos futuros, y en nuestra propia labor parental si se da el caso.

Sin embargo vale la pena acercarnos a conocer el concepto de madre, más allá de la persona que ha encarnado a nuestra mamá en nuestras vidas, miremos este hermoso y valioso concepto desde el ámbito universal, desde lo simbólico.

La expresión Madre se relaciona con el de la mar, como también con el de la tierra, en el sentido que una y otra son receptáculos y matrices de la vida. El mar y la tierra son símbolos del cuerpo material.

Las grandes diosas madres han sido todas diosas de la fertilidad: Gea, Rea, Deméter para los griegos, Isis entre los egipcios y así sucesivamente. En este símbolo de la madre se encuentra la misma ambivalencia que en el del mar y la tierra: la vida y la muerte son correlativas. Nacer es salir del vientre de la madre y morir es retornar a la tierra. La madre es la seguridad del abrigo, del calor, de la ternura y del alimento, es también, por contra, el riesgo de opresión debido a la estrechez del medio y al ahogo por una prolongación excesiva de la función de nodriza y de guía, la generosidad tornándose acaparadora y castradora.(Jean Chevalier y Alain Gheerbrant).

En el mito griego de Deméter y Perséfone, mientras la madre y la hija siguen conectadas de manera inconsciente, unidas, la hija es una simple Kore, el término griego que designa a la joven doncella. Ésta no posee nombre ni identidad por sí misma. Permanece en la órbita de su madre, sintiendo los sentimientos de su madre, soñando los sueños de su madre. Deméter como madre, y Kore como hija, forman un tándem inconsciente, una vida simbiótica.

Como dice Marion Woodman: puede que una mujer adulta nunca abandone este tándem. Por mucho que odie el modo en el que la trataba su madre cuando era una niña, se ve repitiendo lo que ella hacía y decía, esto sucede cuando terminamos poseídos por una imagen inconsciente y deformada de la madre; sin embargo hacer de madre de manera inconsciente puede transformarse en hacerlo de manera consciente, cuando nos contactamos con nuestro ser femenino que invita a mirar más allá, acoger, sabiduría, aceptar y recibir, reconociendo al mismo tiempo las limitaciones humanas.

Pero adicionalmente, nuestra cultura está atravesada por nuestra fe religiosa que en su mayoría se contacta con "la Madre Divina" quien simboliza la sublimación más perfecta del instinto y la armonía más profunda del amor, por ello nos identificamos con las expresiones alusivas a la incondicionalidad del amor maternal.

No podemos obviar entonces, el gran peso que tiene en cada uno de nosotros este sagrado ser, por lo tanto le respetamos y honramos y abrimos paso a nuestra individuación rompiendo el tándem y sintiendo y asumiendo nuestros propios sentimientos.

Ahora nuestros cuerpos y nuestro planeta nos están poniendo frente a decisiones que hacen imperativa la Feminidad consciente y crucial para nuestra supervivencia la redención de la materia." Marion Woodman en Ser Mujer.

jueves, 3 de mayo de 2012

...Y llegan las Vacaciones ¿qué hacer?

Es momento de poner pausa a la vida escolar de nuestros niños, se acercan las vacaciones tan anheladas después de un cúmulo de días llenos de madrugadas, tareas y obligaciones. Es el momento de brindar una perspectiva distinta sin los afanes cotidianos que nos consiguen nublar el horizonte.

Pero empecemos hablando del tiempo, ¿qué es el tiempo? Es el período o espacio del que se dispone para hacer o realizar algo. El tiempo es una de las invenciones más antiguas de la humanidad y no olvidemos además que aunque contamos con un reloj actualmente para guiarnos, también tiene mucho de subjetividad, ya que "una hora puede ser asimilada como un minuto" si estamos sumergidos en algo que disfrutamos o viceversa, "un minuto puede equivaler a una hora" en nuestro reloj interno.

En nuestro proceso de crecimiento, formación y desarrollo integral, el tiempo cumple un valioso aporte, y más si dicho tiempo es administrado pedagógicamente. Está preparado para la vida, quien ha aprendido a vivir... ¿y qué es aprender a vivir? es estar en capacidad de dirigir y gerenciar la propia vida, aprender a convivir, aprender a trabajar y aprender a hacer buen uso del tiempo libre.

El tiempo libre no se puede clasificar como tiempo productivo económicamente, pero sí se puede hablar de utilidad, de la oportunidad que tiene la persona para hacer más placentera la existencia, se puede hablar entonces, que el tiempo libre, es el camino que permite el gozo, el entusiasmo a la persona.

El tiempo libre bien administrado, es un complemento educativo, es un instrumento que ayuda a formar y estructurar positiva y eficazmente a la persona. (Hernando Duque).

Las prácticas realizadas en el tiempo libre aportan significativamente a la salud mental de la persona, e influyen en la estabilidad emocional. Desde este punto de vista se ha comprobado que la recreación constituye una verdadera fuerza para contrarrestar o prevenir las enfermedades mentales. Se ayuda a integrar la personalidad a través del desarrollo de actividades exploratorias en diferentes campos: artístico, deportivo, reflexivo, entre otros. En pocas palabras la lúdica ayuda a restaurar el balance orgánico y psíquico de las personas.

Las actividades manuales, artísticas, recreativas, deportivas, físicas, culturales y sociales, constituyen un factor protector para los problemas de salud y el bienestar general, teniendo todo esto un carácter preventivo.

Dentro del acompañamiento a nuestros niños en el disfrute del tiempo libre se debe tener unos principios pedagógicos: conciencia individual, espontaneidad, cultivar la imaginación creadora, particularidad, sociabilidad, integralidad de la persona, capacidad reflexiva (autoevaluación).

Por ello traemos una propuesta a través de la cual incluimos actividades reflexivas, exploración artística, manualidades, lúdica y movimiento.

Por medio del movimiento corporal proponemos actividades orientadas para la construcción de un ser holístico, como un principio vital que constituye una condición fundamental e imprescindible tanto para las actividades de la vida cotidiana (en la marcha,al respirar, al hablar, al reír) como en el sentido de lograr un ser humano integrado en las esferas de la percepción, de la afectividad, de la voluntad del pensamiento y de la conducta social.

De esta manera la lúdica y el arte acompañarán al niño en la integración entre la mente y el cuerpo, para descubrir las fortalezas y reflexionar sobre cómo superar sus limitaciones. Pues este espacio pensado para él o ella, le anima y sensibiliza para el desarrollo de destrezas innatas y el estímulo de potencialidades.


Los invitamos a participar en nuestra semana de "Vacaciones de Auto - descubrimiento" para los niños, a través del acompañamiento profesional terapéutico, lúdico, artístico y recreativo; planteamos dos grupos de edades: un grupo está conformado de 6 a 8 años y otro grupo de 9 a 12 años de edad, por favor encuentren el volante en el cual está la información de esta propuesta, quienes estén interesados en conocer más, los invitamos a que nos contacten a través de nuestro correo electrónico: c.psyche2011@gmail.com o através de nuestro enlace "contact us".



"En mi casa he reunido juguetes pequeños y grandes, sin los cuales no podría vivir. El niño que no juega no es niño, pero el hombre que no juega perdió para siempre al niño que vivía en él y que le hará mucha falta." Pablo Neruda