martes, 1 de diciembre de 2015
LOS MANDALAS Y SU USO PARA ABRIR LA PUERTA AL CONOCIMIENTO DEL MUNDO INTERNO
Teniendo en cuenta el apartado aterior, retomamos una herramienta tan valiosisima desde tiempos inmemorables como es el Mandala. Mandala significa círculo en sánscrito. Esta palabra es también conocida como rueda y totalidad. Un mandala es básicamente un círculo, es la forma perfecta y por ello representa el símbolo del cosmos y de la eternidad. Representa la creación, el mundo, Dios, el ser humano, la vida. podríamos decir que todo en nuestra vida posee las formas del círculo. Tienen su origen en la India y se propagaron en las culturas orientales, en las indígenas de América y en los aborígenes de Australia. El mandala consiste en una serie de formas geométricas concéntricas organizadas en diversos niveles visuales. Las formas básicas más utilizadas son: círculos, triángulos, cuadrados y rectángulos. Los diseños son muy variados, pero mantienen características similares: un centro y puntos cardinales contenido en círculos y dispuestos con cierta simetría.
En primer lugar, es esencialmente una forma de meditación en acción, “a medida que avanzamos en ellos los pensamientos se liberan, la mente se despeja y logramos conectarnos con nuestro corazón” (Cadena, 2012, p.31) Nos transporta hacia nuestro mundo interior, hacia un mundo de calma,
quietud y silencio, alejándonos de las ruidosas preocupaciones de nuestra mente.
Es una herramienta que incentiva el crecimiento personal, ya que nos ayuda al autoconocimiento, y nos conecta con nuestro niño interior. Ese niño interior que vive en todos nosotros y que por todas nuestras experiencias a lo largo de nuestras vidas muchas veces se queda dormido; pero que necesita amor y aceptación. “Además, sirven para equilibrar nuestros cuerpos físico, emocional, mental, energético y espiritual, transitar y liberar emociones, crear nuestra vida haciendo realidad nuestros sueños y atraer, sanar y cerrar relaciones y situaciones, armonizando de este modo los diferentes aspectos de nuestra vida” (Cadena, 2012, p.30).
Los mandalas también representan al ser humano,interactuar con ellos ayuda a disipar las posibles fragmentaciones psíquica y
espiritual de quién lo ejercita, a manifestar su creatividad y a reconectarse con su ser esencial.
LOS COLORES Y LOS SIMBOLOS EN EL PROCESO DEL DESCUBRIMIENTO INTERIOR
El ser humano ha usado el arte como medio de expresión antes incluso de que apareciera el lenguaje verbal. Sin embargo, el término de terapia a través del arte es una disciplina relativamente nueva, que surgió en Inglaterra desde 1940. La Asociación Americana de Terapia Artística la define como “una profesión que utiliza el arte, las imágenes, el proceso creativo y las respuestas de los usuarios ante sus creaciones como reflejo del desarrollo, habilidades, personalidad, intereses, preocupaciones y conflictos del individuo”. Su práctica se basa en el conocimiento de las técnicas psicológicas y busca reconciliar problemas emocionales, fomentar la autoconciencia, desarrollara habilidades sociales, manejar conductas, resolver problemas, reducir la ansiedad, ayudar a orientarse hacia la realidad e incrementar la autoestima.
Sabemos que cualquier conflicto de tipo psicológico, solo se logra resolver, primero reconociéndolo, y luego trabajando en él, concientizando sus aspectos más escondidos y dolorosos. Sin embargo, en ocasiones, nos es muy difícil o doloroso comunicar con palabras estos sentimientos, y es aquí donde surge una herramienta maravillosa: la terapia a través del arte. “Para quienes viven un duelo silente y por lo general prefieren no hablar de sus vivencias, sentimientos y pensamientos relacionados con la ausencia, en sí, de lo sucedido y sus consecuencias, el camino gráfico, en sus diferentes modalidades, es una opción para expresar lo que se siente y piensa con respecto a diversos temas…” (Tovar 2011, p.91)
En la terapia a través del arte se utilizan los materiales, las técnicas, el proceso artístico y la obra, con fines terapéuticos. “Facilita expresar y cambiar la experiencia interior, identificar conflictos y transformarlos de manera creativa para percibirlos de manera diferente. Esta disciplina rescata el efecto sanador de la expresión artística.” (Nosovsky, G 2008, p. 12)
Ya que todos tenemos la capacidad de crear, estas terapias no solo están dirigida a los artistas sino a todas las personas que deseen disfrutar de sus beneficios, solo se debe encontrar la forma más adecuada para cada uno. Se centra en la importancia del proceso creativo, por encima del proceso artístico, es decir, no se trata de crear una famosa obra de arte, ni de atenerse a rígidas reglas, ni mucho menos que le guste a las demás personas. Lo realmente importante es que durante el proceso afloren los sentimientos, las emociones y los pensamientos, y que el producto final tenga significado para quién lo realiza, siendo esta obra un reflejo de lo que sucede en su interior. Además de ser muy útil en el tratamiento de problemas emocionales, la terapia a través del arte han resultado muy eficaces como ayuda en el tratamiento de enfermedades físicas. Se ha venido utilizando en casos de SIDA, cáncer, traumas, separación, duelos, adicciones, depresión, problemas de pareja, fobias, retos emocionales y físicos, enfermedad mental, autismo, déficit de atención, desórdenes de alimentación etc. Según los estudios realizados, el arte afecta el sistema nervioso autónomo, el equilibrio hormonal y los neurotransmisores cerebrales. Se produce un cambio en la actitud, el estado emocional y la percepción del dolor, consiguiendo llevar a una persona desde un estado de estrés a otro de relajación y creatividad. “Existen diferentes maneras de abordar una terapia; Rubin realiza una completa descripción de diferentes acercamientos al Arte Terapia desde distintas teorías psicológicas, entre las que se encuentran el abordaje psicodinámico: la teoría psicoanalítica de Freud, Winnicott, M. Klein y M. Milner y la teoría analítica de Jung. El abordaje humanista: la terapia Gestalt de Perls y la visión centrada en la persona de Rogers. La orientación 20 psicoeducativa: los enfoques cognitivo y conductual. Sin dejar de lado la terapia sistémica la cual se integra dentro del enfoque constructivista. Rubin comenta: “Estas diferentes teorías más bien obedecen a la visión desde distintos ángulos el mismo fenómeno, lo que incluso es enriquecedor.
El gran desafío para un arte terapeuta es integrar estas verdades parciales percibidas desde la perspectiva particular del arte terapia, teniendo como centro el proceso creativo”. Plantea que un arte terapeuta no puede funcionar sin entender los diferentes enfoques teóricos más importantes. Plantea que estos enfoques son complementarios y que el desafío para un arte terapeuta es integrarlos”
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