lunes, 2 de abril de 2012

¿Qué se ha olvidado detrás de un niño con TDAH?


TDAH
(trastorno pos déficit de atención con hiperactividad)

Muchos son los padres que llegan a los consultorios de psicología procurando encontrar una salvación para sus hijos que han sido diagnosticados con TDAH o DDA,  ingresan con diferentes interrogantes relacionados con confusiones ante las  intervenciones por las que han estado o simplemente en búsqueda de una voz que pueda apaciguar sus angustias y temores con relación al futuro de sus hijos.

Siempre ingresan con una larga lista de exámenes, valoraciones y recomendaciones por parte de la escuela y diferentes profesionales,   en donde se identifica un diagnostico de TDAH que se caracteriza por los comportamientos perturbadores del niño en la escuela o en la casa, señalados por su Hiperactividad o impulsividad o déficit de atención y en algunos casos la existencia de los tres en el misma persona.   Lo que lleva a los padres a tener que visitar diferentes profesionales para lograr orientarse en el papel que ellos deben de cumplir para que su hijo pueda llevar una vida totalmente normal.   Pero en esta encrucijada, se comienza a identificar rutinas en casa, horarios específicos de estudio, fármacos necesarios que el niños regule sus comportamiento y sus procesos atencionales y consultas periódicas de seguimiento con relación al comportamiento del niño;   que en una mayoría de los casos hace que surjan sensaciones de impotencia y frustración cuando observan que sus hijos no logran obtener los resultados deseados y simplemente conciben que su papel como padres ha fracasado, sintiéndose agotados y desvirtuados dentro de su función.

Siendo respetuosos del trabajo de los diferentes profesionales que han acompañado los diferentes casos que llegan, nuestro trabajo se basa en poder rescatar esa voz silenciada del niño ante los diferentes procedimientos por los que ha sido expuesto. Dándole la oportunidad de salvar su individualidad y su reconocimiento dentro de las redes sociales., disminuyendo los niveles de angustia de ser evaluado, cuestionado, y reorganizado en su relación con el mundo. 

No podemos desconocer que detrás del niño con TDAH hay un niño con relaciones dependientes y que ha identificado la “actuación conductual” como la principal reguladora de los estados de tensión propios de su adaptación al medio externo como propio.   Por lo que el papel de los padres es fundamental para ayudar al niño a mejorar su capacidad de integrar los aspectos agradables y desagradables de la relación con los otros, a través del entendimiento de su modo de vivir y de la regulación de sus experiencias.   

Pero que pasa ¿cuando muchos de estos padres se caracterizan por presentar una disfuncionalidad a nivel familiar? o ¿La existencia de una escuela con pocos recursos o acontecimientos vitales estresantes que son factores de riego de mucha importancia en la aparición de este trastorno? y los padres se quedan sin elementos para afrontar estas situaciones.

Es por esto que pensar en un niño con TDAH, no podemos aislar a sus padres ya que se espera que logren regular sus requerimientos laborales con las exigencias emocionales y físicas que presenta dentro de la vida familiar, manteniendo una coherencia dentro de la dinámica familiar a pasar de los avatares de la cotidianidad.

Dandole prioridad dentro de la intervención psicoterapeutíca a escuchar al niño con sus temores, sueños, fantasías que permiten un conocimiento de sí mismo y de la lógica interna que se viene desarrollando dentro de su vida psíquica, ayudándolo a sostener la calidad de maduración a lo largo de su personalidad, ayudándolo a promover el desarrollo de las funciones psíquicas superiores que contribuyen al control de impulsos y el desarrollo emocional normal, e integrando a los padres a la contitución de esta.