Hace poco nos hallamos un artículo de sobrediagnosticar avalada por el DSM V, quisimos investigar un poco más y encontramos, que Allen Frances MD (Jefe del Grupo de Tareas del DSM IV) profesor emérito en la Universidad Duke, hace algunos comentarios que generan preocupación, queremos hacer énfasis en esto: "Tasas más alta de Trastornos Mentales", aquí Allen advierte como situaciones comunes ya son denominadas en el nuevo DSM como trastorno: "Nuevos diagnósticos que podrían ser extremadamente comunes en la población general (especialmente después del marketing de una siempre alerta industria farmacéutica). Umbrales diagnósticos más bajos para muchos desórdenes existentes. El DSM5 podría crear decenas de millones de nuevos mal identificados pacientes "falsos positivos" exacerbando así, en alto grado, los problemas causados por un ya demasiado inclusivo DSM-IV (7). Habría excesivos tratamientos masivos con medicaciones innecesarias, caras, y a menudo bastante dañinas. El DSM-V aparece promoviendo lo que más hemos temido: la inclusión de muchas variantes normales bajo la rúbrica de enfermedad mental, con el resultado de que el concepto central de "trastorno mental" resulta enormemente indeterminado." (Blog de Psiquiatría Net)
"Así, en la más reciente versión del Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders, el DSM-5, que se publicará en mayo de 2013, está previsto que se incluyan como "problemas" comportamientos como la timidez, la aflicción o la excentricidad. Por otro lado el manual habla también de un "trastorno de oposición desafiante" para los niños que desobedecen y reduce a una depresión patológica la reacción humanamente previsible de alguien que ha sufrido la pérdida de un ser querido." Lisímaco Henao.
Ante todo esto surge una inquietud ¿qué se pretende?, ¿todos estamos enfermos?, ¿todos necesitamos una pastilla para "sanarnos" y ser "perfectos"? !Cuidado¡ debemos ser más críticos y ocuparnos de lo importante cuidar nuestro interior, nuestra psyché (palabra de origen griego: alma definida como fuerza vital de un individuo) ya que nuestra alma se expresa de muchas formas.
Como hemos mencionado en otros posts de nuestro blog, cuando hablamos del TDAH, hemos hecho hincapié en el cuidado que se debe tener en rotular a un niño bajo la descripción de esta afección, sin negar que realmente existe, es imprescindible enfatizar que no se le puede llamar "Hiperactivo" a cualquier niño inquieto, ya que su inquietud puede estar motivada por múltiples factores tales como: una inteligencia kinestésica, expresión de aburrimiento porque la actividad que está haciendo ya la domina y reclama un nuevo desafío, preocupación.
La vida trae a cada persona diferentes desafíos, sin importar la edad y la familia en la que se está, por lo tanto cada uno afronta estas pruebas de una u otra forma, sacando a flote sus recursos, sin embargo si miramos con el lente propuesto por el DSM-V, por el sólo hecho de vivir ya se está sujeto a un trastorno mental.
Es quizás una forma ingenua de buscar simplificar, y realmente se está aportando a construir una bola de nieve que apunta a salirse de las manos; los problemas que surgen en la cotidianidad ponen a prueba nuestra habilidad, nos obliga a ser recursivos; no es conveniente ver los síntomas como el problema raíz, sino la expresión de que hay algo que se necesita remediar, pero no es convirtiendo la situación problemática en un monstruo que se puede hacer esto.
Algunas veces (por no decir siempre) un síntoma puede estar hablando de una necesidad, Thomas Moore lo menciona: "cuando contemplamos el alma con una mentalidad abierta, empezamos a descubrir los mensajes que se ocultan en el seno de la "enfermedad" las correcciones que se pueden encontrar en el remordimiento y en otros sentimientos desagradables, y los cambios que exigen necesariamente la depresión y la angustia".
La intención básica en cualquier cuidado, físico o psicológico, es aliviar el sufrimiento. Pero en relación con el síntoma mismo, observancia significa ante todo escuchar y considerar cuidadosamente lo que se está revelando en el sufrimiento, no adormecer los síntomas a través de píldoras y encasillar a una persona como "enferma" porque ya se le está negando la posibilidad de usar su potencial y vivir para evolucionar; un intento de eliminar los síntomas sin llegar al origen, a la esencia de lo que nuestra alma aclama puede ser un impedimento para ver.
Nuevamente citando a Moore: "Una diferencia importante entre cuidado y cura es que esta última palabra implica el final de la pesadumbre o de la aflicción. Si estás curado, ya no tienes que seguir preocupándote por lo que te molestaba. Pero el cuidado tiene un sentido de atención que se mantiene. En él no hay final. Es probable que los conflictos no lleguen nunca a resolverse del todo. Nuestro carácter jamás cambiará radicalmente, aunque pueda pasar por algunas transformaciones interesantes. Ciertamente la forma de percibir los problemas puede cambiar, pero es probable que ellos sí persistan y jamás desaparezcan. Nuestro trabajo en psicología cambiaría notablemente si empezáramos a considerarlo más como un cuidado que se prolonga, que como la búsqueda de una cura"; porque no vivimos en el Edén.
"Observar lo que hace el alma y oír lo que dice es una manera de "ir con el síntoma". La tentación es compensar, dejarnos arrastrar hacia lo opuesto de lo que se presenta." Thomas Moore
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